Las claves de mi crecimiento profesional han sido y serán el respeto absoluto a los principios deontológicos sobre el ejercicio de la profesión, esforzandome
por mantener un nivel alto de calidad en el servicio prestado, lo que depende no sólo de la nobleza de mi asesoramiento sino de cómo se trasmite.
La verdadera vocación que me guía desde el inicio de mi andadura profesional, hace que pueda entender el conocimiento del Derecho como una herramienta sólida
de ayuda, lo que explica mi objetivo respecto de la persona que deposita su confianza en mi trabajo, que no es otro que lograr un dialogo fluido entre ambos donde
reine la eficacia, transparencia, responsabilidad y confianza.
Para cumplir con lo anterior, procuro ofrecer, dentro de la dificultad que pueda revestir cada asunto, una respuesta rápida y eficaz, facilitando a su vez una
información detallada y actualizada de los asuntos confiados.
Tengo por constumbre documentar las tareas encomendadas en una hoja de encargo en la que se detalla el trabajo a realizar, honorarios presupuestados y gastos estimados, forma
de pago, y cualquier otra información relevante para el cliente.
La clave de esta estrecha relación Abogado- Cliente, es la Honestidad. Virtud exigida a ambas partes que hace posible mantener la relación en el tiempo, pudiendo contar
cuando así lo necesites con "su Abogado de confinaza".